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I.
Biografía: Jean Henri Dunant tuvo carácter
para ayudar a su prójimo dándose a conocer como una persona empática ante el
sufrimiento de pobres y enfermos.
Jean Henri Dunant, nació el ocho de mayo de 1828 en
Ginebra, Suiza. Fue el primero de cinco hijos de una familia rica y considerada.
Desde niño tuvo carácter para ayudar a
su prójimo dándose a conocer como una persona empática ante el sufrimiento de
pobres y enfermos. Tuvo la influencia de su padre quien participaba
activamente en el Trabajo Social ayudando a huérfanos y presos liberados y de
su madre quien se preocupaba de auxiliar a enfermos y pobres.
Dunant creció en el período de Despertar Religioso
conocido como el Réveil y pasó mucho de su tiempo libre ocupado en visitas a la
prisión y trabajo social. Después, permaneció como empleado del Banco en 1853
con la convicción de que tenía el deber religioso de usar su capacidad para
triunfar en los negocios y así poder usar este talento y riqueza en favor de
los necesitados. Siempre tuvo una gran capacidad para promover mejorías y
sobresalió por su liderazgo innato, cada proyecto que lanzaba o se le ocurría
finamente resultaba, fue así como dos años más tarde, en 1855 sugirió fundar
una asociación religiosa la Alianza Mundial de Asociaciones Cristianas de
Jóvenes (Y.M.C.A por sus siglas en inglés), cuyos delegados se reunirían cada
año, en otro país de acuerdo a un turno establecido. De esta suerte, su primera
conferencia fue en París, Francia en agosto de ese año. Aportó una contribución
valiosa para esta asociación y fue así como se convirtió en el poderoso
movimiento mundial que es hasta la actualidad.
II.
Contexto histórico: La Batalla de Solferino
fue el impulso de Jean Henri Dunant para materializar sus intentos por mejorar
la calidad de vida de su país y el mundo.
Dunant entregaba lo mejor de sí, para poder cumplir el
objetivo que desde pequeño tuvo, es por ello que decidió viajar a Francia a
hablar directamente con el Emperador para hacer valer sus ideales. Llegó a
Solferino el 24 de junio de 1859, el mismo día en que hubo una batalla entre
los ejércitos austriaco y franco-piamontés que combatían en la guerra italiana, la cual sería el impulso para
materializar sus intentos por mejorar la calidad de vida de su país y el mundo.
Dunant, al ser un hombre tan sensible ante el dolor ajeno, se horrorizó al ver
lo inadecuado de los servicios sanitarios militares y la agonía que sufrían los
heridos durante la batalla. Por ello, decidió utilizar su influencia y astucia
y luego de numerosas gestiones logró en 1864 sentar las bases de la Cruz Roja,
esta entidad que se dedica a atender y darle un buen cuidado a los enfermos, en
ese tiempo de guerra y hoy en día de todo tipo de personas que lo necesiten.
Junto a representantes de 17 países diferentes y dio paso a esta noble
institución que ayudaba a todo ser que lo necesitara sin distinción de
nacionalidad, raza, religión, etc. En su intento por abolir todo el sufrimiento
del que había sido toda su vida espectador. La Cruz Roja adoptó los colores de
la bandera de Suiza, pero invertida, es decir, el fondo blanco y la cruz por
supuesto roja. Este hecho con el que culminó su vida lo hizo llenar el vacío
que siempre tuvo y que sólo con este acontecimiento logró llenar, pues desde
muy pequeño fue parte del sufrimiento que era parte de su país y del mundo
entero, cada vez que tenía la oportunidad de ayudar a alguien lo hacía sin
juzgarlo.
III.- Aportes: Primer Premio
Nobel de La Paz: “En este siglo XIX, acusado de egoísmo y de frialdad, ¡Qué señuelo
para los corazones nobles y compasivos, para los ánimos caballerescos, retar
los mismos peligros que el guerrero, pero con una misión de paz, de consolación
y de abnegación, totalmente voluntaria!”

En conclusión, puedo señalar que desde que Jean Henri
Dunant nació tuvo al alcance de su mano la posibilidad de ayudar a quien lo
rodeaba por la influencia de sus padres, quienes se satisfacían ayudando a todo
el que lo necesitaba. Es por ello que más tarde desarrollando su astucia e
interés por crear una asociación que plasmara todos sus intereses germina la
Y.M.C.A. Este acontecimiento no fue suficiente, pues continuaba trabajando con
el objetivo de hacer aún más por el prójimo y al ser testigo de las malas condiciones
sanitarias de las que padecía su ciudad y específicamente en la Batalla de
Solferino. Nace la idea por sentar las bases de la Cruz Roja, esta institución
que se dedicó y se dedica a ayudar a enfermos en los primeros auxilios, en
accidentes, son el primer auxilio que tiene un herido o enfermo sin
discriminarlos por edad, religión, raza, etc. Su espíritu altruista lo hace
merecedor en 1901 del Primer Premio Nobel de La Paz.
Personalmente, puedo manifestar que este renombrado
personaje hizo una gran labor intentando ayudar a quienes no son ayudados por
el poder. Un hombre que sólo poseía astucia y mucha empatía fue capaz de lograr
mucho más de lo que puede lograr incluso un gobierno actual, por ejemplo. Seres
como él ya son casi inexistentes en la actualidad, pero debemos agradecer que
existió así como tantos que también hicieron grandes cambios en favor de la Paz
Mundial. Si todos tuviéramos un poco de este aspecto que poseen estos
personajes que ayudan a todos sin importar que haya recompensa de cualquier
tipo, este mundo sería mucho más humano y no existirían tantas desgracias y
desigualdades como las que presenciamos cada día.
Finalmente, sería bueno dar a conocer a todo tipo de
personas, niños, jóvenes, adultos y adultos mayores la ejemplar vida y obra de
Jean Henri Dunant que sólo los que nos dedicamos a estudiar sobre él sabemos lo
que logró, ya que su nombre no suena en la memoria de todas las personas. Se
debiera saber sobre él, quien aportó trascendentalmente a esta humanidad con la
creación de esta reconocida y necesaria institución, que al fin y al cabo fue
completamente necesaria y que hasta 1864 nadie había considerado como problema
social y que sólo este hombre pudo ser capaz de visualizar y, por supuesto,
mejorar.
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